Algunos "tips" para los padres



  • Aprenda el funcionamiento básico de las computadoras y el Internet.
  • Conozca los servicios de Internet que utilizan sus hijos.
  • Tenga situada la computadora con conexión a Internet en una habitación donde suela haber gente: sala de estar, la cocina, etc. “Así pueden utilizarla todos en la casa”.
  • Vigile el tiempo que su hijo pasa en línea. Establezca horarios. Recuerde que, si bien ellos se relacionan mucho con sus amigos en los chats o en los portales de juegos, nada suple las relaciones interpersonales reales.
  • Proteja su computadora con programas antivirus, antispyware y firewall.
  • En los foros (chat rooms), se recomienda participar con una dirección de correo electrónico gratuita (Hotmail, por ejemplo), donde no tienen que dar datos completos para obtenerla. Aconséjele no utilizar un nickname provocador o violento.
  • Casi todos los proveedores de servicios de Internet (ISP) ofrecen a los padres opciones de control o bloqueo.
  • Sepa siempre lo que su hijo está haciendo en la computadora. Converse con él sobre sus actividades y sus amigos cibernéticos, como lo hace en la vida real. Nada como el interés de los padres, la confianza y la comunicación para guiarlos mejor.

Herramientas técnicas
Todos los días sale al mercado un nuevo programa para ayudar a los padres a controlar y monitorear el acceso de sus hijos a la Red. Algunos limitan el tiempo de navegación, el tiempo de juego, bloquean el acceso a Internet durante horas predeterminadas, evitan la descarga de archivos que puedan contener virus, envían a los padres los reportes del uso, etc. Lo importante es saber sus necesidades y estudiar las opciones. Mucho va a depender de la edad de los niños. Escojan siempre programas flexibles que se puedan personalizar.

Bloqueadores. Estos programas usan listados de sitios inapropiados y bloquean su acceso. Sin embargo, es imposible estar al día con lo que se publica en la Red y las actualizaciones varían según el fabricante.

Filtros. Los filtros utilizan palabras clave para bloquear sitios a los que se tiene acceso. Una de las fallas es que bloquean páginas que no son necesariamente ofensivas, tan sólo por contener palabras o derivados considerados inapropiados. Algunos productos permiten al usuario seleccionar qué tipo de sitios o palabras considera se debe bloquear. Siempre opte por aquel que le brinda flexibilidad.

Filtros de salida. Son programas que restringen la información personal que provenga de esa computadora. Desafortunadamente, si los niños deletrean sus datos con pequeñas alteraciones, pueden “engañar” al programa.

Monitores. Los programas de rastreo permiten a los padres seguirle la pista a sus hijos cuando navegan, saber cuánto tiempo pasan en línea, jugando, “chateando”, etc. Una vez instalados, guardan registros de la actividad realizada en esa computadora –que luego se puede imprimir– o los envían por correo electrónico donde se les indique, dependiendo del tipo de programa.

En un sitio de protección de adolescentes, leí que siempre es una buena idea instalar estos programas y luego “olvidarnos que lo hemos hecho”; algo así como las cámaras de seguridad de los bancos: nadie ve las grabaciones hasta que hay un robo. De esta forma, únicamente en el caso extremo que tengamos que usar la información, contaremos con ella.

Estas herramientas pueden ser de ayuda desde el punto de vista de la restricción y detección, pero las medidas más eficientes para prevenir los riesgos, quedan fuera del ámbito técnico: no hay filtro o programa para monitorear que supla una buena comunicación entre padres e hijos. Ni siquiera toda la información del mundo será suficiente, si los muchachos carecen de educación y formación como individuos que es lo que realmente los protegerá en el mundo virtual o el real.

Cuando nuestros niños navegan por Internet, aprenden y desarrollan habilidades que van a necesitar en el futuro. Ellos se convierten en conquistadores del ciberespacio: exploran nuevas ideas, descubren nueva información. En este mundo globalizado, el Internet les abre ventanas y los conecta con el universo. Los niños navegan con un gran sentido de la curiosidad, confianza y con ganas de explorar. No los debemos coartar, pero si darles las herramientas para que lo hagan con seguridad. Internet es un instrumento absolutamente maravilloso y esencial. Sólo hay que saber cómo utilizarlo.